martes, 11 de junio de 2019

“Y al que a mí viene, no le echo fuera.” Juan 6: 3


Resultado de imagen para imagenes Juan 6: 37.


 ¿Hay algún caso en el que nuestro Señor hubiere echado fuera a alguien que viniera a Él?
 Si existiera un caso así, nos gustaría conocerlo; pero no ha habido ningún caso, y nunca lo habrá. 
Entre las almas perdidas en el infierno no hay una sola que pudiera decir: “yo vine a Jesús, y Él me rechazó.” 
No es posible que tú o yo fuéramos los primeros a quienes Jesús no les cumpla Su palabra. 
No abriguemos una sospecha tan oscura.
 Supongan que acudimos a Jesús en relación a nuestros males de hoy. 
De esto podemos estar seguros: Él no nos denegará una audiencia, ni nos echará fuera.
 Aquellos de nosotros que hemos ido con frecuencia a Él, y aquellos que no han ido nunca antes: vamos juntos, y comprobaremos que Él no cerrará en la cara de ninguno de nosotros la puerta de Su gracia. 
“Este a los pecadores recibe”, pero a nadie desecha.
 Venimos a Él en debilidad y pecado, con temblorosa fe, escaso conocimiento, y tenue esperanza; pero Él no nos echa fuera. Venimos por medio de la oración, y esa oración es imperfecta; con confesión, y esa confesión es deficiente; con alabanza, y esa alabanza no tiene muchos méritos; sin embargo, Él nos recibe. Venimos enfermos, contaminados, desgastados, e indignos; pero Él no nos echa fuera. 
Vengamos de nuevo a Él hoy, pues nunca nos echa fuera.  
 Charles Spurgeon